Características de la Globalización en México
Antes de 1985, México contaba con una política económica proteccionista, luego de ese año, ante los cambios que se previeron, el Estado Mexicano decidió adoptar una política más liberal dando paso a la Globalización en el país. Sin embargo, los primeros años fueron difíciles, el gobierno mexicano tuvo que afrontar crisis bancarias, devaluación de la moneda y una contracción económica importante.
No obstante, este cambio de política comenzó a dar frutos a inicios de la década de 1990, con el aumento de las exportaciones, el mercado mexicano se recuperó rápidamente y en 1994 inició la firma de tratados de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, posteriormente, con la Unión Europea en el año 2000.
Impacto en lo político
Desde 1985, con la nueva política adoptada, los aranceles fueron eliminados y las restricciones a la inversión extranjera pasaron a la historia.
Cabe destacar que la eliminación de estas restricciones dio lugar a nuevas industrias que contribuyeron, de manera considerable, al desarrollo nacional. Asimismo, con el pasar de los años, México tuvo mayor participación en sus relaciones internacionales.
Impacto en lo social
Lo más destacable en este campo es que la Globalización en México dio apertura a mejoras laborales y a la reducción del desempleo, especialmente en las grandes ciudades.
La inversión extranjera dio paso a nuevos empleos, subida de salarios, importación de nueva tecnología y aumento de la competitividad laboral en todos los mercados del país.
No obstante, también hubo cambios negativos que afectaron a las zonas rurales, teniendo como consecuencia la migración masiva a las grandes ciudades y el aumento significativo de desigualdad y pobreza.
Impacto en lo económico
Es sin duda el sector más favorecido, uno de los elementos a destacar es el aumento significativo del PIB en toda la década de 1990 de 280.000 millones de dólares a 680 000 millones de dólares.
Adicionalmente, México recibió entre 1994 y 2005 170 000 millones de dólares gracias a la inversión extranjera.
Además, la apertura internacional también favoreció a las industrias nacionales tales como la automotriz, manufacturera y electrónica.