Cultura Tlaxcaleca
La cultura Tlaxcalteca fue un antiguo pueblo indígena de Mesoamérica perteneciente a la etnia nahuatl. Los tlaxcaltecas formaron el reino de Tlaxcala el cual estaba ubicado en el actual estado de Tlaxcala, en México.
La palabra Tlaxcala en el idioma nahuatl significa «el lugar de las tortillas de maíz».
La cultura precolombina Tlaxcalteca se desarrolló más o menos al mismo tiempo que otros pueblos nahuas, como los mexicas que iniciaron la construcción del gran imperio azteca con su capital en Tenochtitlan.
En este artículo conoceremos algunos datos interesantes sobre la cultura Tlaxcaleca.
Origen
Los tlaxcaltecas eran originalmente un conglomerado de tres distintas étnicos o grupos que hablaban náhuatl , otomí , y Pinome . Con el tiempo, los hablantes de náhuatl se convirtieron en el grupo étnico dominante en la cultura Tlaxcalteca. La nación tlaxcalteca se convertiría en una confederación de cuatro sub-estados llamados Tepectipac, Ocotelulco, Tizatlán y Quiahuixtlán.
Los tlaxcaltecas fundaron la ciudad de Tlaxcala alrededor del año 1208 y luego comenzó a someter a los pueblos a su alrededor.
En los siglos XIV y XV, Tlaxcala floreció como un importante señorío integrado por 21 pequeñas ciudades-estado. Además, fue uno de los pocos pueblos que el imperio azteca nunca pudo someter totalmente.
Desde el siglo XIV, los tlaxcaltecas y los aztecas se encontraban en constantes guerras. Sin embargo, a pesar de que los aztecas lograron construir el imperio más grande de Mesoamérica, nunca pudieron conquistar la región de Tlaxcala.
Su desarrollo
Los tlaxcaltecas producían con la cooperación de toda la familia; regaban sus cultivos utilizando canales, tenían hornos para cocer cerámica, pequeñas plataformas para celebrar sus ceremonias religiosas y rendían culto al dios del fuego Huehueteotl.
A medida que el tiempo transcurría la población aumentó hasta que se formaron pueblos. Surgieron construcciones residenciales, se elevaron estelas y sarcófagos de piedra, y cada vez se rendía culto a un mayor número de deidades. Allí los sacerdotes fueron adquiriendo más y más importancia y llegaron a dominar a la población, empezando así a construirse centros ceremoniales.
Se cree que entre los años 200 a. C. y 700, la civilización mesoamericana alcanzó su máximo esplendor. Anteriormente, la gente vivía en comunidades agrícolas y en pueblos sin ninguna planificación, ahora se construían grandes ciudades planificadas. Aumentó más la población y se incrementaron el comercio y la actividad agrícola.
Los sacerdotes gobernaban y se encargaban de impulsar la cultura. Fueron ellos quienes lograron que la agricultura, la escultura y la pintura alcanzaran su apogeo y que realizaran notables progresos en escritura figurativa, matemáticas y astronomía, por lo que se ha llamado a esta etapa periodo teocrático.
Economía
Dentro de las formas de propiedad de la tierra estaban los barrios de los pueblos tlaxcaltecas, que controlaban ciertas tierras para el uso común o individual de sus miembros. Así, una parte de esas tierras se distribuía entre los jefes de familia y otra era trabajada por todos para sostener los templos y sufragar los gastos de guerras.
Los nobles poseían terrenos patrimoniales que podían heredar a sus descendientes. Las tierras asignadas a cargos públicos eran trabajadas por macehuales o cultivadores libres, a quienes se les pagaba por sus servicios.
Comerciaban con lo que producían, especialmente maíz y cochinilla. Esta era un insecto muy apreciado porque con él se elaboraba una pintura color grana o roja utilizada en los textiles. A cambió de eso, recibían productos como cacao, algodón, chile, vainilla, plumas, tabaco, cera , miel Y Maguey.
El mercado de Ocotero era el principal centro comercial donde, según las crónicas, unas 20 mil personas acudían diario para, a través del trueque o la moneda, traficar con productos como cacao y pequeñas mantas de algodón traídas por los mayas. Había mucho orden y un juez decidía sobre las dificultades que surgían.
Debido a su enemistad con los tlaxcaltecas, los mexicas procuraron evitar que estos comerciaran, sobre todo con las regiones del Golfo de México. Por este motivo en Tlaxcala faltaron cacao, oro, plumas, algodón y sal por más de 60 años. Este último producto fue sustituido por otro similar, el tequexquitl, que aún ahora se produce en Nopalucan y Tequexquitla.
Agricultura
La agricultura era el soporte de la vida económica. Se practicaba usando la coa o bastón plantador y dependía de las lluvias. Los tlaxcaltecas sembraban maíz, fríjol, calabaza, tomate y maguey. Les gustaba preparar el maíz en forma de tortillas, tamales y atole.
Era la base de su alimentación, la que complementaban con plantas, hierbas y frutos silvestres que recolectaban.
En lugar de azúcar consumían el aguamiel de los magueyes y la miel de las colmenas de abejas cimarronas. Tenían pocos animales domésticos; solamente guajolotes y una raza de perros: los xoloitzcuintli.
Nunca tuvieron animales de carga. En la actualidad no ha cambiado mucho su agricultura pues continua la siembra de maíz y se tienen pequeños corrales en donde se cultivan verduras para consumo familiar y otras aves como pollos, patos entre otros.
A la llegada de los españoles
A la llegada de los españoles, se unieron a ellos para poder derrotar al imperio azteca, el cual mantenía en sitio constantemente a la altépetl de Tlaxcallan.
Hernán Cortés se quedó en la ciudad de Tlaxcala alrededor de 20 días y forjó una alianza con los tlaxcaltecas para invadir la ciudad capital azteca, Tenochtitlán. Los tlaxcaltecas se convirtieron en aliados de los europeos, habiendo desempeñado un papel clave en la invasión de la capital del imperio azteca, Tenochtitlan, ayudando a los españoles a llegar al valle de Anahuac y proporcionarle un contingente militar aborigen como fuerza de invasión.
Su alianza con los españoles para la toma de Tenochtitlan convirtió a los tlaxcaltecas en los principales aliados de los conquistadores, acompañándolos en la mayoría de campañas militares que llevaron a cabo para conquistar a distintos pueblos, por muy diversas regiones de Mesoamérica y Aridoamérica, gracias a lo cual siempre tuvieron buenas relaciones con la corona española.
Por su buena relación con los colonos españoles, los tlaxcaltecas disfrutaron de privilegios y participaron ampliamente en el establecimiento de varias comunidades en el noreste de la Nueva España. Algunos de esos privilegios que los distinguían de otros pueblos indígenas, incluían el derecho a portar armas de fuego, el uso de caballos, los títulos nobiliarios y el auto gobierno de sus pueblos.