Resistencia de la Independencia de México
La resistencia de la Independencia de México se refiere a los grupos insurgentes que lucharon contra las fuerzas militares reales de la Nueva España, logrando la emancipación del país, finalmente, en el año de 1821.
El movimiento de resistencia de la independencia de México se inspiró en la era de la Ilustración y en las Revoluciones americana y francesa. Para entonces la élite educada de la nueva España había comenzado a reflexionar sobre las relaciones entre España y sus reinos coloniales.
Los cambios en la estructura social y política ocasionados por las Reformas borbónicas y una profunda crisis económica en la nueva España causaron malestar entre la élite criolla de nacimiento.
Los dramáticos acontecimientos políticos en Europa, el francés, Guerras Revolucionarias y de las conquistas de Napoleón, profundamente influenciado eventos en la Nueva España. En 1808 Carlos IV y Fernando VII fueron obligados a abdicar en favor del emperador francés, que entonces hizo rey a su hermano mayor José.
El mismo año, el ayuntamiento de la ciudad de México, apoyado por el virrey José de Iturrigaray, reclamó la soberanía en ausencia del rey legítimo. Eso llevó a un golpe de estado contra el virrey; cuando fue suprimido, los líderes del movimiento fueron encarcelados.
A pesar de la derrota en la Ciudad de México, pequeños grupos de rebeldes se reunieron en otras ciudades de la nueva España para levantar movimientos contra el dominio colonial.
En 1810, después de ser descubiertos, los conspiradores de Querétaro optaron por tomar las armas el 16 de septiembre en compañía de campesinos e indígenas habitantes de afectada (Guanajuato), quienes fueron llamados a la acción por el sacerdote católico secular Miguel Hidalgo, ex rector del Colegio de San Nicolás Obispo.
Después de 1810 el movimiento de resistencia de la Independencia de México pasó por varias etapas, como líderes fueron encarcelados o ejecutados por fuerzas leales a España. Al principio, los rebeldes disputaron la legitimidad del francés-instalado por los franceses, José Bonaparte, reconociendo la soberanía de Fernando VII sobre España y sus colonias, pero más tarde los líderes tomaron posiciones más radicales, rechazando la pretensión española y abogando por un nuevo orden social, incluyendo la abolición de la esclavitud.
El sacerdote laico José María Morelos llamó a las provincias separatistas para formar el Congreso de Chilpancingo, que dio a la insurgencia su propio marco legal. Después de la derrota de Morelos, el movimiento sobrevivió como una guerra de guerrillas bajo el liderazgo de Vicente Guerrero. En 1820, los pocos grupos rebeldes sobrevivieron más notablemente en la Sierra Madre del Sur y Veracruz.
El restablecimiento de la Constitución liberal de Cádiz en 1820 provocó un cambio de mentalidad entre los grupos de élite que habían apoyado el dominio español. Monárquico Criollos afectadas por la constitución, decidió apoyar la independencia de la Nueva España; buscaron una alianza con el ex insurgente resistencia.
Agustín de Iturbide lideró el brazo militar de los conspiradores y a principios de 1821 conoció a Vicente Guerrero.
Ambos proclamaron el Plan de Iguala, que exigía la Unión de todas las facciones insurgentes y fue apoyado tanto por la aristocracia como por el clero de la nueva España. Llamó a una monarquía en un México independiente. Finalmente, la independencia de México se logró el 27 de septiembre de 1821.