¿Qué hizo el cura Miguel Hidalgo en la Independencia?

La historia de la independencia de México, guarda por fortuna, la suerte de tener a representantes independentistas de alta categoría y valentía. José María Morelos, Ignacio Allende, Vicente Guerrero y Agustín Iturbide, son apenas algunos de los más significativos en la lucha por la libertad

El sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla, no queda excluido de esta lista. Había recibido cierta educación literaria y teológica.

No era un contemplativo, era un hombre de reflexión y de acción. Emprendedor, trabajador, pretendía a través del trabajo de las industrias vinícolas y alfareras, (las cuales creo y fomento en el pueblo), mejorar la situación de sus feligreses indígenas.

Hoy tomaremos de recuerdo su legado y veremos su participación en la Independencia De México.

¿Qué hizo el cura Miguel Hidalgo en la Independencia?

Hidalgo y la insurgencia

Los movimientos independentistas estuvieron marcados por la idea ferviente de cambiar a través de la lucha armada la situación social y política, generando una serie de conspiraciones y alzamientos por todo el virreinato de Nueva España.

Los primeros indicios de conspiración se encuentran en la conjura de Valladolid en 1809. Que posteriormente da paso, a la conformación de un grupo armado liderado por Ignacio Allende y Miguel Hidalgo, en la ciudad de Santiago de Querétaro.

Este es considerado el antecedente inmediato de la guerra de independencia, dado que aquí, empezó la lucha armada por la emancipación de la Nueva España.

Miguel Hidalgo convencido, de que era la hora de alzarse por la independencia. Comienza a fabricar armas para los insurgentes, para conformar tropas capaces de combatir a los realistas.  La organización de los conspiradores anunciaba el mando de Allende como general e Hidalgo como principal al frente del movimiento popular.

Los pasos de esta conspiración, seguirían hacia la destitución de todos los españoles en los puestos del gobierno.

El “Grito de Dolores”: Inicio de la guerra de Independencia

Si queremos encontrar una imagen significativa de la guerra de independencia, sin duda sería la protagonizada por el sacerdote Hidalgo, en el pueblo de Santiago de Dolores.

El 16 de septiembre de 1810, se dice que el sacerdote Hidalgo hizo sonar la campana de la parroquia y lanzó el “Grito de Dolores”, marcando el punto de inicio del levantamiento y la insurrección popular. Ni los más optimistas seguidores de este levantamiento, pudieron imaginar la rapidez y la fuerza con la que se extendió por todo el Bajío esta revuelta.

Campaña de Hidalgo

Luego de este escenario tan importante para los independentistas insurgentes, el movimiento, se trasladó hacia varias regiones de Nueva España. En la ciudad de Atotonilco, hacen toma del estandarte de la Virgen de Guadalupe, convirtiéndolo así en el emblema del movimiento.

Hidalgo inicio esta campaña por el Bajío el 8 de octubre de 1810. Dentro de los hechos con más relevancia de esta campaña, encontramos la del asedio a Alhóndiga de Granaditas, en donde fue saqueado y tomado el edificio por parte de los insurgentes.

Luego de una vasta cantidad de batallas por las regiones mexicanas. El 21 de marzo de 1811, fueron presos los líderes de este primer movimiento insurgente en Acatita de Baján. Estos fueron fusilados en la plaza. Los ejecutaron y sus cabezas fueron colgadas en las cuatro esquinas de la Alhóndiga de Granaditas, permanecieron allí hasta el año 1821.

Para la historia política de México, Don Miguel Hidalgo representa uno de los héroes con más integridad y valores patrios. Su lucha, no sólo se enfrascó en la lucha por las ideas, por el conocimiento, sino por integrar al pueblo a esa posición ilustrada. Hoy lo recordamos y honramos como nuestro padre Fundador. ¡Que Viva Hidalgo!

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