Volcán La Malinche

Conocido bajo los nombres de “Malintzin”, “Matlalcueye”, “Matlacuéyetl” y “Matlalcuéitl”, esta majestuosa elevación geológica de más de 4.000 metros de altura es uno de los orgullos de México, y uno de los muchos volcanes que se encuentran en este país.

Contándose entre las diez elevaciones más altas de México, el Volcán “La Malinche” es un monumento natural con una leyenda bañada en misticismo. A continuación te explicaremos todo lo que debes saber sobre este magnífico volcán.

Características

Es considerado el quinto cuerpo de tierra más alto del país, con una altura que supera los 4.420 metros. Estudios han develado que su formación se remonta al Mioceno, lo que le vuelve también uno de los volcanes de mayor antigüedad de la Cordillera Neovolcánica.

Desde septiembre de 1938 permanece protegido bajo el estatus de Parque Nacional, que cubre una superficie de 45.700 hectáreas. A diferencia de otros volcanes como el Popocatépetl, no posee una formación simétrica. Sin embargo, este posee una extensa serie de picos secundarios.

Entre ellos se encuentran el Pico Chichita de 4.100 metros y el Chicomecanoa con 3.600 metros, y los cerros Cuatlapanga de 2.900 metros y el Xalapasco con 2.750 metros.

Los suelos de la región adyacente al suelo le vuelven un drenaje natural, por lo que gran parte del agua de las precipitaciones se acumula en el Río Barranca. Por su antigüedad, se han encontrado cuerpos compuestos por minerales del tipo cuarzo y andesitas cuyo origen se remonta al cuaternario.

De la misma forma, en la región se encuentran formaciones generadas por la actividad volcánica.

En el territorio del volcán se encuentran especies vegetales entre las que están los pinos, hierbas de pequeño tamaño, arbustos que alcanzan el metro y medio de altura y los bosques de variedades de coníferas.

Los biomas boscosos han sido alterados significativamente por la intervención humana que ha desencadenado en deforestación. Entre las otras especies que aún se conservan se encuentran abetos, pinos, encinos, ocotes, arbustos como jarillas y campanitas doradas entre muchos otros.

Entre las especies animales se encuentran algunas autóctonas de la región, como el ratón de los volcanes y el conejo serrano. Además, su estatus de reserva natural contribuye a conservar a las más de 110 especies de aves, 34 especies de mamíferos y 14 de reptiles que viven en su territorio.

Cultura del Malinche

Durante siglos, este volcán representó un importante centro ritual de adoración para la diosa Chalchiuhtlicue, la Diosa de las Aguas.

Los Tlaxcaltecas instauraron su culto en este volcán, lo que llevó a otros poblados indígenas a sumarse en los ritos que rogaban a la deidad por las lluvias cuando la época era seca. Sin embargo, este culto desaparece con la llegada de los colonos españoles, quienes e rigieron un centro de adoración en la cima del volcán cuyo nombre era San Bartolomé.

Para su sorpresa, hoy en día se conserva la costumbre de rendir culto a San Isidro Labrador y al Arcángel Miguel, una tradición conservada únicamente por los pobladores de los poblados de San Isidro Buensuceso y otros que se encuentran en las cercanías del volcán.

La Malinche es la cuna de un rito que perduró durante siglos y que unificó en una sola fe a varios poblados de indígenas, una fe que sucumbió con la llegada de los invasores extranjeros.

Siendo el santuario de una gran variedad de especies animales, este volcán merece ser visitado por quienes desean empaparse de las riquezas naturales y las tradiciones aborígenes de México.

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