Leyenda del Chupacabras (corta)
La leyenda del chupacabras comienza en Puerto Rico, específicamente en el pueblo de Moca; de hecho, el primer nombre con el que se le conoció al chupacabras en la región del Caribe fue el de “el Vampiro de Moca”.
A esta criatura se le conocía por terminar con la vida de animales de una manera bastante peculiar: absorbiéndoles la sangre por medio de dos incisiones que les hacía en el cuello; incisiones que eran semejantes a las de dos colmillos.
Como es lógico, las matanzas de esta criatura en los alrededores del poblado de Moca se conocieron bastante rápido; sin embargo, no sólo en esta región se reportaron casos de ataques a animales con las mismas características; sino que pronto, en otros países de América Latina, principalmente en México y países de Centroamérica, se dieron noticias de ataques semejantes; fue entonces cuando comenzó a conocérsele como “El chupacabras” a esta criatura que atacaba de noche a los animales.
Se dice que el primer avistamiento del chupacabras ocurrió en México, cuando un campesino escuchó ruidos extraños en su propiedad; cuando salió, armado con un rifle (pensando que seguramente habían entrado coyotes para devorar a alguno de sus animales, pero en vez de toparse con éstos, vio en la oscuridad unos ojos grandes, de color rojo, que lo miraban fijamente.
El campesino disparó, lo que ocasionó que la criatura huyera. Al día siguiente, cuentan, que sólo había un rastro de sangre que se perdía en la espesura del bosque.
La leyenda del chupacabras fue, sobre todo, bastante popular en la década de los noventas; y aunque comenzó en el pueblo de Moca, en Puerto Rico, se hizo popular en diversas regiones de México, donde los ataques comenzaron a ser bastante comunes. Se cree que el chupacabras puede ser un animal mutado o aún no descubierto.