Dioses prehispánicos mexicanos

La cultura de los grandes imperios prehispánicos de Mesoamérica se ve matizada por la increíble relevancia que tenían sus deidades en cada aspecto de su vida. Desde las cosechas, la fertilidad, el comportamiento, los gobiernos, las fuerzas de la naturaleza… cada uno de estos elementos poseía una fuerte relación con alguna divinidad superior a la que se le atribuían habilidades sobrenaturales y que podían actuar de forma beneficiosa o en castigo con los seres humanos.

A continuación, te hablaremos sobre algunos de los dioses prehispánicos mexicanos más relevantes.

Huitzilopochtli

Durante la llegada de los colones al territorio mesoamericano este se consideró la deidad más importante en la vida de los nativos.

Se le asociaba directamente como el principal dios de toda su mitología, y su elemento era el sol. Se le conoció bajo otros nombres como Tlacauepan Cuexcotzin, y el epicentro de su adoración se realizaba en el antiguo Huitzilopochco.

A este dios se le atribuye la creación de la capital azteca México-Tenochtitlán, por lo que ha pasado a ser un fuerte elemento de la identidad de la nación hoy en día.

Tezcatlipoca

Su nombre proviene de la lengua náhuatl que significa “Espejo negro que humea”. Si bien el centro de su culto era la civilización azteca, su rol como una divinidad se extendió a otros de los poblados de habla náhuatl.

Se le consideraba el dios del destino y el futuro, de las “cosas intangibles” y de la oscuridad. Gran parte de su rol como una deidad ha sido jugar el papel de contraparte con Quetzalcóatl, pues mientras que a él se le considera el “Tezcatlipoca Blanco” a Tezcatlipoca se le asocia con el color negro.

Xipe Tótec

Su nombre proviene del náhuatl que significa “nuestro señor desollado” ye s una de las deidades de origen prehispánico con más roles.

Representa el ciclo de la vida y de la muerte, además de la resurrección y la vida en un plano espiritual. También se le consideraba guardián de las cosechas y de la agricultura, dios de la vegetación, de las enfermedades y de los artesanos del oro.

Xipe Tótec representaba la masculinidad universal condensada en un dios, además de ser considerado la divinidad de la regeneración y de la parte espiritual que habita en todas las personas.

Quetzalcóatl

Su nombre proviene del náhuatl que significa “Serpiente emplumada” y durante mucho tiempo fue el principal dios de los aztecas, al ser considerado el principal responsable de su nivel de desarrollo como sociedad.

A Quetzalcóatl se le consideraba la deidad suprema del conocimiento, la vida, la fertilidad y la luz. En ciertas versiones se le coloca como el dios del viento y el dios del oeste.

Posee una de las leyendas más interesantes de la cultura prehispánica, donde se le coloca como el liberador del conocimiento de los dioses a todos los humanos y un dios rebelde.

A pesar de que estas son las divinidades más importantes de la cultura prehispánica, solo son unos pocos del extenso grupo que componen el panteón de las sociedades precolombinas.

Sus historias continúan siendo un vestigio de las civilizaciones prehispánicas y su cultura, y nos ayudan a comprender la forma en que estos imperios llegaron a vivir hace siglos atrás.

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